CRUCE DE FRONTERAS
A propósito de un reportaje que acabo de ver sobre la inmigración africana en España y el resto de Europa, voy a contar la historia de los emigrantes que recorren miles de km desde cualquier país de Latinoamérica (sobre todo de centro América) para llegar hasta Estados Unidos en busca del sueño americano. Podemos hablar ligeramente de este tema porque nos han contado sus historias de primera mano dos de ellos. También conocimos a una mujer que los ayudaba en el camino dándoles comida en un punto de México donde pasan en tren. En los diez minutos que para les dan comida, medicinas, ropa…
Estos chicos cogen una mochila pequeña, meten algo de ropa, comida para unos días y se guardan todo el dinero posible que han ahorrado. Se levantan un día y dejan su familia y su hogar para irse hasta Estados Unidos por tierra. Lo hacen caminando, en autobús, pero lo mas importante es que deben pasar desapercibidos, nadie se puede dar cuenta de lo que están haciendo porque hay personas en cada país que se aprovecha de su situación y les roban e incluso violan.
Un chico nos contó que cruzó el Tapón de Darién en lancha y caminando con un guía y otros emigrantes. Este guía, en medio de la selva «se fue» y aparecieron unos atracadores que les pidieron dinero. Estos atracadores sabían hacia donde se dirigían y sabían que les podían extorsionar. Y no fue la única vez que le robaron, a veces se quedaba hospedado en una pensión y a la mañana siguiente, al salir le estaba esperando la policía para pedirle dinero. Es así, la policía sabe que están de manera ilegal en el país y les piden dinero o se los llevan arrestados. La gente de cada país saben que ellos no son turistas, saben que están de paso en su camino a EEUU.
Este chico había viajado desde Ecuador hasta EEUU, donde lo conocimos, y había pasado por los mismos pueblos que nosotros con la moto. Le pregunté si en Colombia le habían tratado bien (porque a nosotros de maravilla) y me respondió «bien mal me trataron». Mientras nos contaba su historia yo no podía evitar sentirme avergonzada, en todas partes a nosotros nos trataron bien, incluso la policía, sólo por ser europeos o turistas, por tener el pasaporte de un país «fuerte», sin embargo, a él, que también es latino como ellos, le han extorsionado, robado, mal tratado por ser un emigrante, por estar de ilegal en un país han querido aprovecharse de su situación, aprovecharse de que una persona esta lejos de sus casa y de su gente, con los únicos medios que los que lleva encima y su fuerza mental y física para llegar hasta EEUU.
Otro «viajero» pero viajero por necesidad no por placer, nos contó como caminó por el desierto de México hasta la frontera, como en la frontera pasó varias noches recluido en un casa que tienen los coyotes hasta que le permitieron cruzar.
Perdonad mi ignorancia, pero yo pensé que esto ya no pasaba tanto, que los coyotes eran un mito, pero no hay más verdad que la pura realidad y esto existe hoy en día y es un problema que sigue creciendo año tras año. Existe en Europa y existió toda la vida. El ser humano siempre buscó sitios mejores donde vivir. Sin embargo, ahora el mismo ser humano se lo impide a otros. Es un tema complicado.
Después de conocer a estos dos luchadores (eso si es luchar por un sueño: vivir mejor, algo que debería ser una realidad no un sueño) entendí por qué durante todo el viaje la gente nos preguntó cómo hacíamos para pasar de un país a otro, cómo cruzábamos las fronteras. Yo no entendía semejante pregunta y les decíamos «pues cruzando, enseñando el pasaporte, haciendo un trámite y ya está». Y es que ellos no lo tienen tan fácil.
Desde aquí, gracias a F, G y P por contarnos sus historias y por acercarnos mejor a la realidad que, a veces, estando de paso se nos escapa.
VIDEO DE LAS FRONTERAS QUE CRUZAMOS EN CENTRO AMERICA: