Ayer fue Saint Patrick’s day y como cada año me acordé de mi primer gran viaje por Sudamérica. Iba con mi amiga Natalia, mi mochila y 4 meses por delante. Habíamos terminado la temporada de trabajo y nos habíamos pasado todo el verano hablando del tema. ¿Nos vamos a Argentina? decíamos.
Recuerdo ese viaje con especial cariño porque fue una auténtica aventura, aunque las dos habíamos viajado antes (no tanto tiempo) nos invadía un entusiasmo inocente, casi rozando lo irresponsable porque nos lanzamos a la carretera dispuestas a llegar a Ushuaia desde Buenos Aires, y volver haciendo autoestop. Todo nos salía tan bien que decíamos «el universo se ha alineado a nuestro favor para que todo salga rodado», nos llevaron en todo tipo de vehículos, nos acogieron en casas ajenas, nos dieron de comer. Conocimos a cada personaje que todavía tenemos grabadas sus historias en la mente como si hubiera sucedido ayer. Los conductores, especialmente los camioneros (que tantas horas pasan solos) veían en nosotras una especie de salida a sus secretos más escondidos. Sabían que no contaríamos nada y sabían que no les juzgaríamos. Y así nos enteramos de cosas que algún día contaré en un libro.
Llegamos a Ushuaia el dia de Saint Patrick y en chanclas. Si, no íbamos nada preparadas para un viaje al sur y recuerdo ver a los demás viajeros equipados para el trekking con sus botas de montaña, sus tiendas de campaña y sus sacos de dormir de invierno. Nosotras no llevábamos nada de eso, pero el universo estaba de nuestro lado y eso era mucho más.
Ahora pienso que no era el universo, era nuestra mente. Seis años después y numerosas aventuras he comprendido el poder de la mente y he comprendido como las barreras se las pone uno mismo. En el momento en que tu visualizas un objetivo y te encaras hacia él el camino se va abriendo paso frente a ti, hay piedras en el camino, obvio, pero si no lo pierdes de vista ya sabes hacia donde tienes que ir.
Ahora con Juan, viajo en moto, pero a veces hecho de menos la aventura de mochilear.
Hoy os voy a contar mis pros y contras sobre viajar con moto y con mochila, basándome en mis experiencias:
CON MOTO
PROS:
-Vas donde quieres
-No pagas transportes
-Viajas por tierra y aunque tardes más, también conoces más
-No dependes de horarios
-La gente te trata de otra forma, valora tu aventura y de alguna manera te quieren ayudar.
-La hermandad motera es increíble. Se crea un vínculo especial entre moteros y no dudan en ayudarte de cualquier forma.
-Te abre puertas
-El esfuerzo es mayor por eso la recompensa se vive intensamente
-Se siente el paisaje en tu cuerpo
-Te puedes alejar de un lugar que no te gusta rápidamente
-Te hace superarte y afrontar miedos
-Ves paisajes increíbles, conoces gente increíble
-Viajas a tu ritmo
-A Juan le encanta y le hace feliz
CONTRAS:
-Es agotador
-El clima te condiciona. Si hace muy mal tiempo tienes que parar o irte de un lugar, si hace mucho frío no disfrutas manejando, lo mismo si hace mucha calor o viento fuerte
-Supone un coste extra: gasolina diaria, repuestos, saltos entre continentes carísimos…
-Te la juegas cada día. En una caída puedes perder mucho
-Te condiciona donde vas a dormir: no puedes dejarla afuera
-Tienes que ir mínimamente equipado y protegido
-Tienes que hacerle el mantenimiento. Recuerdo que Juan cambiaba el aceite en los hostales y las pastillas de freno en la misma puerta de la tienda. Hay que improvisar.
CON LA MOCHILA
PROS:
-Eres tu y la mochila
-Puedes ir a cualquier parte del mundo, es decir, si solo quieres viajar con moto olvídate de algunos países, a no ser que estés dispuesto a pagar el envío o el alquiler. Por ejemplo, me gustaría ir a Japón y no me importaría hacerlo con mochila, sin embargo Juan quiere con moto, ¿cómo lo hacemos? alquilar ahí es caro y enviar la nuestra más. Así que o vamos desde aquí con la nuestra o no vamos. Lo mismo con Australia.
-La mochila no genera gastos
-La mochila va donde tu vayas, sea un barco, una lancha, un avión, un camello…y no paga más por ello. Los gastos del viaje se reducen a tus necesidades.
-Si vas a dar la vuelta al mundo puedes saltar de continentes pagando mucho menos
-Te puedes quedar en casa de mucha gente sin pensar en si tendrá parking
CONTRAS:
-Dependes del transporte de otro
-Dependes de horarios
-Los transportes van de ciudad en ciudad así que te pierdes todo lo que hay en el camino
-Si un sitio no te gusta no puedes irte rápido
-La mochila siempre pesa
-No puedes acampar en medio de la nada
-A Juan no le gusta tanto
Y vosotros, ¿qué añadiriais?
- Viaje por Perú en moto
- Baja California, acampada libre
Luciano
muy muy muy buen posteo. lo que viajar en moto es tan cual lo decís. hace al menos 4 años que lo hago, y hace unas 3 semanas volví de hacer un viaje de 22 días solo por la patagona argentina y chilena, y es así. seguiré viajando en moto hasta que me de el cuerpo. saludos
viajerosenmoto2014
Qué bueno Luciano!! Espectacular las dos patagonias! Duro en moto pero bien merece la pena. Por muchos viajes más!! Saludos
Rodrigo Álvarez
Bonito post y bien cierto!
Me veo muy Juan y con mi chica nos parecemos bastante a vosotros. Quizá más laxo porque aunque me gustaría llevarme la mía, a veces es mucho más barato alquilar en destino (buscando mucho) que gastar en el camino.
Con tu permiso, voy a compartir tu post en mi blog.
Un saludo!
viajerosenmoto2014
Gracias Rodrigo! Según el destino y el tiempo es cierto que es más barato alquilar. Comparte si quieres. Luego le echo un vistazo a tu página 😀✌🏻️ si venís por Mallorca nos damos una vuelta en moto. Saludos!